Una Mirada al pasado tras 10 años de progreso en Colombia

Colombia, 2009

Después de décadas de controlar el clima político y los negocios de narcotráfico, el grupo guerrillero de las FARC, estaba perdiendo territorio y activos debido a la fumigación aérea, la intervención militar y las sanciones internacionales. El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, quien se encontraba en el segundo año de su segundo mandato, reanudó las conversaciones de paz de Colombia con las FARC, en un esfuerzo por poner al país en un camino de crecimiento en paz.

A pesar de trabajar por la paz, los extranjeros rara vez viajaron a Colombia durante este tiempo, dada la falta de acuerdos de cielos abiertos, la violencia residual relacionada con el narcotráfico y las opiniones escépticas sobre la estabilidad nacional del país.

El crecimiento económico se vio obstaculizado por un comercio limitado, con pocos acuerdos de libre comercio en marcha y esfuerzos de integración regional no exitosos. El capital extranjero era limitado, el mercado de capitales Colombiano era, comparativamente, pequeño respecto de otros mercados emergentes de América Latina como México y Brasil, y las herramientas eficientes para el acceso directo eran escasas (de ahí el lanzamiento de GXG).

El progreso fue lento, constante y desigual.

Sin embargo, hoy en día, Colombia es un punto brillante en el mundo en desarrollo, dotado de ricos recursos naturales, un entorno político estable y políticas prudentes que respetan el libre mercado. Los inversionistas se sienten cada vez más atraídos por el potencial de crecimiento de Colombia, los valores en pro del libre mercado y las condiciones favorables para los negocios. A continuación se muestran algunas de las claves que ilustran la transformación desde 2009 a nuestros días.

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Análisis macroeconómico

La historia de Colombia está marcada por sus fuertes instituciones democráticas y políticas macroeconómicas prudentes. Es uno de los pocos países latinoamericanos que nunca experimentaron una dictadura o incumplieron con su deuda soberana, escapando en gran medida de una “marea rosa” populista en la década del 2000 y de las oleadas de populismo y políticas prolongadas de industrialización por sustitución de importaciones que definieron las políticas económicas regionales durante décadas.

El desarrollo económico de Colombia durante la última década se basó de manera constante sobre los sólidos cimientos de un banco central independiente, una cuenta corriente saludable, relaciones comerciales cada vez más fuertes y una economía en proceso de modernización.

  • Banco Central Independiente: El Banco Central de Colombia se encuentra entre los más respetados entre los mercados emergentes y es visto por algunos como la institución más fuerte de Colombia. Adoptando un régimen de metas de inflación, un tipo de cambio flexible y herramientas de supervisión, el banco central ha mantenido su autonomía y credibilidad y se ha ganado la confianza de los inversionistas. En 2011, los legisladores introdujeron una regla fiscal estructural que busca anclar las finanzas gubernamentales y la sostenibilidad de la deuda. Colombia también se beneficia del apoyo del FMI, que le mantiene una línea de crédito flexible de más de $ 11 mil millones de dólares al país.
  • Cuenta corriente saludable: A pesar de las fuertes exportaciones de productos básicos, Colombia es un importador neto, lo que hace que su déficit en cuenta corriente crezca en términos nominales desde 2009. Sin embargo, como porcentaje del PIB, el déficit se ha mantenido estable. El déficit se está reduciendo más rápido de lo esperado1 y podría acelerarse con el crecimiento de la demanda nacional e internacional a medida que Colombia continúa diversificando sus exportaciones y atrayendo Inversión Extranjera Directa.
  • Relaciones comerciales sólidas: Colombia se unió a Chile y México en la OCDE (los únicos otros miembros latinoamericanos), y firmó varios acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales, incluyendo los Estados Unidos, Canadá, la UE, Corea del Sur y la Alianza del Pacífico (un acuerdo comercial formado en 2012 por Colombia, Chile, México, Perú). Continúa negociando con Turquía y Japón y tiene un acuerdo pendiente con Panamá.2 Estos acuerdos cubren el comercio de bienes y servicios y amplían el acceso al mercado de capitales al otorgar mayores garantías legales para los extranjeros.
  • Modernización de la economía: A medida que Colombia crece su sector de servicios, reduce el tamaño de su economía informal, lo que aumenta la base impositiva, mejora el acceso a la educación y fomenta la participación laboral femenina. También, el país ha realizado importantes esfuerzos para diversificar su dependencia del petróleo y se ha comprometido a modernizar su infraestructura para crear un mejor entorno empresarial.

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Seguridad y protección

Colombia finalizó oficialmente un conflicto civil de décadas de antigüedad hace dos años, firmando un Acuerdo de Paz con las FARC, un grupo guerrillero insurgente que truncó el crecimiento de Colombia desde la década de 1940. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, recibió el Premio Nobel de la Paz poco después, un símbolo internacional de reconocimiento al progreso trascendental de Colombia, que también lo ha llevado a convertirse en la cuarta economía más grande de América. 3

La economía de Colombia se vio obstaculizada por la violencia y el narcotráfico, pero comenzó a desarrollarse antes de que el conflicto terminara oficialmente. Durante la década de 1990, la seguridad comenzó a mejorar de manera incremental. El turismo en Colombia es una de las industrias que más se ha beneficiado de una mejor situación de seguridad y ha ayudado a reducir el desempleo y mejorar el PIB. Siendo una de las industrias de más rápido crecimiento, el año pasado Colombia estimó que recibiría casi el doble de los 1.4 millones de visitas turísticas de 2009. Mirando hacia el futuro, los funcionarios colombianos anticipan que el turismo continuará su trayectoria de crecimiento hasta el 2028.

Del conflicto a los mercados de capitales

El mercado de capitales de Colombia ha fluctuado, pero en general mejoró notablemente desde 2009. La bolsa de valores local (BVC) casi ha duplicado su capitalización de mercado total a medida que la economía continúa formalizándose e integrándose con los mercados globales.

  • Mercado de bonos locales líquidos: La composición de la deuda de Colombia es principalmente deuda denominada en pesos, la protege de la depreciación de la moneda y el riesgo externo, al mismo tiempo que atrae a los inversores en bonos que buscan una exposición de bajo riesgo en Mercados Emergentes. Colombia apunta a aumentar su ratio de deuda interna a externa de 62:38 a 70:30 y espera que sus mercados de bonos aumenten ~ $ 2,6 mil millones de dólares este año (solo 16% en moneda extranjera) 4/li>
  • Integración internacional: En 2011, Colombia se unió al Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), una integración de las bolsas de valores de los países de la Alianza del Pacífico (Colombia, Chile, México y Perú), establecida para aumentar la profundidad, la liquidez y el acceso al mercado en la región. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y La Corporación Andina de Fomento (CAF) jugaron un papel fundamental en los mercados de capital al respaldar al MILA y asesorar sobre el marco regulatorio general
  • Dejando atrás los vientos en contra: Un año después de unirse, la BVC despegó, alcanzando un máximo de capitalización bursátil y de transacciones bursátiles. Surgieron más desafíos en 2015 cuando la caída de los precios del petróleo arrastró el peso y a la economía en general, que luego se agravó en 2016 con una sequía nacional y una huelga de camioneros, y luego nuevamente en 2017 con la reforma fiscal. Estos eventos disminuyeron el potencial del mercado y complicaron los esfuerzos del banco central por fijar sus objetivos de inflación, pero la inversión extranjera y la expansión del mercado de bonos líquidos de Colombia (TES) por parte de emisores corporativos, ayudaron a impulsar los mercados de capitales y estimular el apetito por reformas.
  • Reformas: Las reformas dirigidas a la formalización y la movilidad del capital han sido fundamentales para el desarrollo de los mercados de capitales de Colombia en los últimos 10 años. La reforma fiscal en 2012 incentivó a los colombianos a realizar contribuciones formales a la seguridad social, fomentando la demanda tanto en el mercado de valores como en el mercado vista. Las reformas fueron bastante exitosas, lo que llevó a un “crecimiento sin precedentes” en las contribuciones a los planes de pensiones privadas.5 El año pasado, Colombia también anunció que se alinearía más estrechamente con los estándares de Basilea III, lo que podría mejorar el perfil crediticio de Colombia y atraer más flujos de inversión; en octubre de 2018, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, lanzó una “Comisión de Expertos en el Mercado de Capitales” que busca analizar y recomendar políticas para desarrollar y profundizar el mercado de capitales.

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Si bien las mayores contribuciones al sistema pensional, son en general positivas, las inversiones de los cuatro fondos de pensiones privados de Colombia se concentran en vehículos de inversión extranjera como los ETF, así como en grandes empresas nacionales listadas en bolsa e inversiones de capital privado. Esto ha desincentivado de alguna manera a las empresas más pequeñas para que se hagan públicas, lo que resulta en una bolsa de valores dominada por grandes empresas. Se necesitan más reformas para equilibrar la formalización a través del desarrollo del mercado de capitales. Por ejemplo reducir el sector bancario en la sombra al limitar las tasas de interés, podría impulsar la competencia, aumentar la penetración bancaria e incrementar el listado de nuevas empresas, recomponiendo la dependencia de los emisores por la deuda financiera por mayores oportunidades en los mercados de valores a través de nuevas emisiones.

Inversiones ayudan a Colombia a impulsar la producción para reducir la dependencia del petróleo

Siendo una economía basada en la exportación que depende de los ingresos del petróleo, muchos clasificarían a Colombia como una economía basada en productos básicos. Pero su sector de servicios, que comprende la mayoría de su PIB y mercado laboral, evidencia una economía que se encuentra en una fase de transición. Los ingresos del petróleo deberían seguir fomentando el crecimiento, pero se espera que el consumo y las exportaciones no tradicionales, que incluyen servicios, energía renovable y agricultura, se conviertan en una mayor fuente de crecimiento a medida que el país expanda su infraestructura y aumente la productividad. Algunas consideraciones importantes relacionadas con la inversión y el sector servicio son:

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  • Inversión nacional e internacional: Los altos rendimientos han atraído a inversionistas internacionales a Colombia, y la profundidad de sus mercados locales ha mantenido las tasas de interés competitivas, alentando la inversión nacional en iniciativas de infraestructura prioritarias, incluida la iniciativa de la autopistas de peaje 4G, que se estima que implican inversiones de $ 25 mil millones de dólares. Se espera que la formación bruta de capital fijo aumente 4.5% 6 este año, mientras que se espera un estimado de $ 17,500 millones de dólares en inversiones extranjeras directas (IED).
  • Servicios: Los servicios representan el 62% de su PIB y la composición de la fuerza laboral.7 Esto incluye áreas como Finanzas, Construcción, Turismo e Infraestructura, que ocupan una porción más pequeña del mercado accionario, en comparación con los nombres de petróleo y gas, a pesar de su contribución al PIB es colectivamente mayor. A medida que las reformas fomentan la expansión de los mercados de capital, el dominio de las grandes empresas de energía podría terminar y nivelarse el campo de juego para diversificar el universo de acciones representadas.

Panorama General

El progreso de Colombia en los últimos 10 años ha sido reflexivo y constante, pero este enfoque gradual le ha permitido al país superar los desafíos asociados con su legado de conflicto civil y la volatilidad del mercado petrolero.

Tras las elecciones presidenciales de 2018, la perspectiva de Colombia está marcada por niveles esperados más altos de PIB y niveles de inflación esperados más bajos que el promedio de américa latina. Las previsiones del FMI proyectan un sólido desempeño8 a corto plazo, ya que se prevé que el crecimiento se acelerará debido a las entradas de inversión extrajera directa (IED) y las exportaciones no tradicionales. Su clima político estable, el apetito por reformas y los proyectos de infraestructura continúan estimulando el interés de los inversionistas. En lo que va del año, Colombia ha superado a los Mercados Emergentes en general, una tendencia que podría continuar dado el rebote en el gasto del consumidor luego de la publicación de datos económicos positivos

En el corto plazo, las elecciones municipales de este otoño podrían aliviar el estancamiento político y de las reformas, para permitir que el gobierno apruebe las reformas necesarias a las pensiones y al mercado laboral, lo que podría mejorar la eficiencia del mercado al formalizar más empleos e impulsar aumentos salariales. A largo plazo, Colombia debería beneficiarse de un mayor consumo ayudado por la baja inflación, la estabilidad de la moneda y la confianza de los inversionistas. Es claro que la economía sigue siendo sensible a los precios de los productos básicos, pero podría beneficiarse si los mayores ingresos por petróleo y el carbón aumentan las inversiones de capital fijo y el mayor gasto en infraestructura.

Por último, si se produce una reversión positiva de la agitación política y económica en la vecina Venezuela, las exportaciones manufactureras de Colombia podrían acelerarse, dado que Venezuela fue el segundo mayor socio comercial de Colombia en 2008 y llegó a representar el 17% del total de las exportaciones.