Puntos de inflexión: Cinco riesgos de 2025 que nos mantienen en vilo
Este artículo se ha convertido en una tradición anual para mí desde que regresé al mundo financiero después de trabajar como profesor en el Departamento de Defensa. El objetivo no es predecir eventos sino identificar los riesgos que los mercados financieros podrían no estar valorando, pero podrían ocurrir, compilados tras consultar con colegas, legisladores, inversionistas y académicos.
El año pasado, varios riesgos destacados en estas páginas sucedieron, en diversos grados. China puso a prueba los límites de la disuasión después de la elección de Taiwán, y hace poco simuló un bloqueo militar de puertos taiwaneses y potencialmente cortó una línea de comunicación submarina.1 El conflicto en Oriente Medio se regionalizó, e Irán e Israel intercambiaron ataques.2 El riesgo de que “ni Trump ni Biden” llegasen a la elección resultó ser parcialmente acertado.
¿En dónde le erramos? Los EE. UU. no puso fin al apoyo de Ucrania, aunque el eje de disrupción Rusia-Irán-Corea del Norte-China encontró nuevas formas de intensificar el conflicto y poner a prueba los límites.3 Además, la desinformación y la interferencia de la IA en la elección de los EE. UU. fue un problema, pero no desencadenó disturbios graves.4
Como se esperaba, los mercados fueron resilientes en 2024, y nuestro pronóstico macro 2025 destaca nuestras razones para seguir teniendo optimismo.5 Sin embargo, como todos los años, es importante mirar debajo de la superficie y más allá de la sabiduría convencional para considerar diferentes escenarios que podrían producirse.
Cinco riesgos clave
- Aranceles, impuestos y secuenciación de políticas
- Reuniones de revisionismo mundial y liquidación del statu quo
- Intensificación de conflictos en la órbita
- El estímulo de China funciona (con inflación en productos básicos y aumento del comercio)
- El camino de la IA pavimentado con deepfakes
Aranceles, impuestos y secuenciación de políticas
Si bien seguimos siendo optimistas con respecto a la economía estadounidense dada la posibilidad de políticas que ayuden a apoyar la recuperación del sector manufacturero y la inversión en pequeñas empresas, un nuevo régimen de políticas trae aparejados riesgos importantes que se deben considerar. La combinación de aranceles que aumentan los precios de los productos, estímulo fiscal que fomenta la demanda y cambios en la inmigración que desencadenan aumentos salariales es inflacionaria. Esta potente combinación seguiría el endurecimiento más agresivo de la política monetaria de la Reserva Federal desde 2001 para contener el ritmo más rápido de aumentos de precios en aproximadamente 45 años.6
En la reunión de diciembre de 2024, la Reserva Federal redujo el pronóstico de tasa de interés de cuatro en 2025 a dos.7 Según el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, es posible que algunos miembros del comité hayan tenido en cuenta posibles cambios en la política económica, pero su declaración fue bastante confusa.
Los mercados han permanecido ligeramente más optimistas que la Reserva Federal sobre el camino de la tasa de interés hasta que se volvieron más pesimistas hace poco, lo cual resultó ser correcto en 2024, pero la Reserva Federal y los mercados probablemente luchen con un aumento de la incertidumbre en 2025.8
La implementación de las políticas y su secuenciación podría resultar ser crucial. Por ejemplo, la adopción de aranceles agresivos que se implementan rápidamente sin progreso en los impuestos podría desencadenar un retroceso del gasto del consumidor y de la inversión corporativa para el segundo o tercer trimestre. Este escenario no es nuestro caso base, pero no puede descartarse la posibilidad. En esta circunstancia, el apuro junto con la comunicación desordenada probablemente genere malos resultados. Los funcionarios del gabinete que tienen vínculos estrechos con los mercados financieros deben comprender ese riesgo, y esperamos que diseñen una estrategia que limite el daño no intencionado.
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Reuniones de revisionismo mundial y liquidación del statu quo
El presidente electro de los EE. UU., Donald Trump, ha declarado que los Estados Unidos debe tomar el control de Groenlandia y del Canal de Panamá.9 Mientras tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha expresado interés en la repatriación de Alaska.10 Si bien son solo conversaciones, por ahora, comentarios como estos señalan una creciente posibilidad de que se cuestione el statu quo de siempre o, incluso, que se revierta.
Por ejemplo, los EE. UU. ha apoyado la política Una sola China, que reconoce al Partido Comunista de China como el único gobierno de China, pero la rápida intensificación del conflicto comercial y el aumento de las provocaciones China-Taiwán podrían cambiar la posición de los EE. UU. Acontecimientos en Oriente Medio podrían desencadenar un cambio en la solución de dos estados que se sostiene hace tiempo, que exige que los gobiernos de Israel y Palestina coexistan. Además, un enfoque proteccionista que pone a un lado a instituciones económicas internacionales como el Fondo Monetario Internacional que tiene su sede en D.C. y el Banco Mundial podría marcar el fin del Consenso de Washington, un conjunto de principios económicos considerados en las décadas de 1980 y 1990 que defienden la liberalización económica.
Un mundo donde ninguna política sea segura o sagrada puede resultar ser un desafío para la comunidad internacional y los mercados financieros. Históricamente, los EE. UU. ha hecho retroceder a países revisionistas como Rusia, Irán y Corea del Norte, en un intento por mantener un statu quo bueno, si no perfecto. Si los EE. UU. comienza a invocar intereses y reclamos en otras partes del mundo, las demandas de los estados revisionistas podrían ganar credibilidad. En nuestra opinión, las proposiciones que están discutiendo los líderes mundiales ahora podrían abrir paso al período de cambio mundial y volatilidad política más grande desde, al menos, la década de 1940.
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Intensificación de conflictos en la órbita
Históricamente, el conflicto en el espacio era el ámbito de películas de ciencia ficción y programas de televisión. Eso puede cambiar ahora que el espacio es una industria en rápido crecimiento, y las disrupciones más allá de la atmósfera podrían asustar a los mercados. Hay más de 28 000 satélites del sector público y del sector privado en órbita, lo cual representa un aumento del 6 % con respecto al año anterior.11 Ahora que el gobierno y las empresas dependen de las capacidades espaciales más que nunca, la intensificación de los conflictos existentes en el espacio es cada vez más probable.
El uso de satélites para forzar el posicionamiento en Ucrania ilustra la importancia militar de las capacidades espaciales.12 Los satélites son vitales para muchos sistemas de comando y control, así como para las actividades de inteligencia y reconocimiento. A medida que el valor de los recursos espaciales cambia, el cálculo de los conflictos que se intensifican a través del espacio está cambiando y plantea nuevos riesgos.
Por ejemplo, un satélite podría utilizarse para ocasionar una colisión espacial, y los países han probado diversas armas antisatélite.13 Además, atacar y responder en el espacio podría poner en peligro activos colaterales, puesto que la basura espacial, que se mueve rápido, podría afectar o destruir otros objetos. Escenarios como estos también plantean la pregunta: si un ataque puede atribuirse a un país específico, ¿la respuesta se limitaría al espacio o tendría más sentido otro teatro de operaciones?
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El estímulo de China funciona (con inflación en productos básicos y aumento del comercio)
El estímulo exitoso suele ser positivo para las economías internas y mundiales, por lo que parece contrario que el estímulo que China anunció a fines de 2024 sea un riesgo. La reacción inicial de los mercados fue casi unánimemente positiva, pero resultó ser efímera cuando comentarios desde Beijing señalaron formas tradicionales de estímulo que se dirigen a los préstamos bancarios y al sector inmobiliario.14 También hizo una promesa vaga de más estímulo si las políticas de la Administración Trump amenazan la economía de China.
Los inversionistas se han vuelto cada vez más cautelosos, a medida que los sucesivos intentos de estímulo parecen tener recepciones más frías, una tendencia que data de la década de 1990.15 Esta vez, los desafíos parecen más obvios que los intentos de estímulo anteriores, aunque sean en gran medida los mismos. La economía de China no se volvió a acelerar después de la pandemia, obstaculizada por la lentitud de las exportaciones y el consumo interno insuficiente.16 En lugar de anunciar un estímulo que fomentase la demanda interna, los legisladores se inspiraron en el antiguo manual de estrategia que se centraba en el estímulo a través de empresas estatales.
A pesar de algunas de nuestras dudas sobre el plan, deben considerarse dos peligros ocultos en el caso de que funcione. En primer lugar, si la economía de China sale del estancamiento, la demanda de materias primas podría aumentar significativamente, y esto podría desencadenar inflación a nivel mundial. Este escenario sería un cambio marcado de las décadas en que China exportaba deflación. En segundo lugar, una economía interna más fuerte podría reducir el incentivo de Beijing para buscar la reconciliación comercial con los EE. UU., lo cual podría conducir a aranceles más altos durante más tiempo y alimentar aún más la inflación de los EE. UU.
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El camino de la IA pavimentado con deepfakes
El posible impacto de la IA en la rentabilidad y la eficiencia de las empresas es una parte importante de nuestra opinión positiva a favor de las valoraciones y los fundamentos del mercado de cara al próximo año.17 Al mismo tiempo, existen riesgos potenciales que vale la pena considerar. En los últimos meses, se han publicado en las redes sociales videos e imágenes que se hicieron virales de objetos voladores inexplicables en el Noreste y niebla química en el Sudeste.18
Después de la imagen de una camioneta pickup eléctrica de Tesla en llamas enfrente del Trump International Hotel Las Vegas, notamos publicaciones en redes sociales en las que la gente aún pensaba que la imagen podía ser una invención a pesar de haber sido validada por múltiples fuentes de noticias. La Era de la Información y las plataformas de redes sociales revolucionaron las comunicaciones masivas. La IA tiene la capacidad de llevar la manipulación de la percepción un paso más allá.
El año pasado, destacamos el uso de la IA en la desinformación sobre la elección. Deepfakes relacionados con la elección circularon por Internet, pero el impacto fue tenue en relación con el peor de los casos.19 Sin embargo, el uso de IA para crear y alterar información está en aumento. Hasta ahora, la mejor palabra para describir la reacción del sector privado es “apagada”, y hay poca evidencia de que el gobierno tenga un gran plan.
Las aplicaciones misantrópicas de la IA han atacado en gran medida al sector público, pero podría no ser así en el futuro. Los mercados financieros, como mecanismos que miran al futuro y que miden el riesgo y el valor, están diseñados por naturaleza para manejar la incertidumbre. En teoría, toda la información conocida debe reflejarse en los precios, siempre y cuando la información se revise y cumpla con determinados estándares. Este principio es una pieza central del mercado eficiente y de las teorías del paseo aleatorio. Creemos que la creciente posibilidad de que información aparentemente de alta calidad pero descaradamente falsa pueda afectar los resultados de las empresas o, incluso, de los mercados podría llegar a presentar un riesgo significativo que los inversionistas podrían tener que gestionar.
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